Y te olvido
margarita de pétalos fangosos,
y ojos de estrellas grises
hundidos en un olvido profundo
y siniestramente cómplice
de una canción de jazz,
que aminora el peso del alma,
y te olvido descaradamente
y sin remordimientos,
porque olvidarte es volver a vivir,
y sentir el alma divagar y explorar
reír y llorar
construir y destruir
cuando se te había olvidado que tenías una dentro de ti
se te abren nuevos horizontes,
cuando tu corazón de águila vuelve a latir
y tu niño resucita
el intelecto se despierta y agudiza,
y empiezas un nuevo camino,
en donde las estrellas piensan,
y los versos rompen la roca.