JG_

Los buenos días.

Fuiste capaz de ser un horario de paz,

Un silencio suave que me despertaba,

Un fuego con caderas anchas que me dormía.

Te hundías libre en mi espera

Te acariciabas la piel en mi reposo

Buscabas cada ruido de mis huesos,

Escuchabas que se recitaba tu nombre.

Sonreías, amor, tú sonreías

Por ser mañana y verme, desayunarme y vestirme,

Por ser noche y regocijo azul, tacto carmín,

Y por mover tus caderas en mi piel erguida.  

Respiraba tu voz y tu cuello

Te acercaba a mí con deseo

Se sembraba vida en mis contornos masculinos

Sudábamos al mismo ritmo

Volvíamos mar la tierra

La cama una avenida con resacas.

Y el grito trazaba memorias en la piel del viento apurado.

Sonreías cuatro veces, todas tus curvas me sonrojaban

Me enamoraban igual, me soñaban igual.

Sujetabas mis suspiros a tu aura apacible,

Y sonreías, amor, sonreías porque te daba vida.

Te leía en la cocina

Te leía de los hombros hasta la punta de los dedos

Te leía de los muslos hasta la punta de las uñas

Te respiraba

Te memorizaba los vellos, te contaba los años

Te amaba por cada error y un beso era tu premio

Y tú el amor me hacías, me mimabas, me decías.

Te fijabas en mi postura de sueño

Te memorizabas los besos que te daba

Cerrabas los ojos y sólo sonreías.

Eran tus manos que me protegían

Parecías ser mi madre en la agonía

Parecía tu cuerpo el sendero coqueto de mis pies

Y no huías

Te quedabas

Te amabas por quedarme

Te amaba por quedarte.

Y sonreíamos, amor, sonreíamos porque era un nuevo día

Y nos dábamos un beso de bienvenida.

-JG