El ruiseñor cantaba esa noche, canciones que hablan de amor, allá a lo lejos el viento susurraba a los árboles.
Bajo la luna de marzo estaban dos enamorados, se habían citado ahí, en medio de las flores.
La noche era cómplice del encuentro y los cubría con su manto.
De pronto se abrazaron tan fuerte, que por un momento detuvo la noche al tiempo, y solo existieron dos. Se susurraron un te quiero.
El ruiseñor canto la melodía mas bonita que jamás se escucho.
Mas cuando sus labios juntaron, la luna eclipso, los árboles detuvieron su danza, y el viento rezo a Dios.
sabían que era prohibido, que jugaban con fuego, y el alma les quemo.
La luna se ensombreció, el ruiseñor detuvo su canto, el viento bramo tan fuerte que la noche se ensombreció.
Y ahí en el lugar del encuentro se dijeron adiós, un adiós que dolía , que hería el alma y la quiebra en dos.
Se alejaron poco a poco, sin retroceder un paso, se fueron alejando, perdiéndose en la noche.
Atrás.. solo el recuerdo quedo.