La primera noción que poseo de los Beatles data de mi tiernísima existencia.
Recuerdo a mi hermana mayor inundando mi hogar con sus alegres sones.
Los rumores tan de moda que asperjaban mis discos de vinilo, ya casi a un
suspiro de rayarse, cruzaban postigos hasta colarse en los hogares
vecinos, cuyos pacientes moradores celebraban su llegada.
Sus letras y melodías, letras que no entendía afortunadamente, a fuer de
simples, alimentaron mis neuronas ávidas de estímulo, anidando para siempre
entre sus dendritas.
Quizás mis primeros balbuceos se confundieron con canciones tan conocidas
como \"Hey Jude\", \"All you need is love \" y una de mis favoritas
por el cuarteto de cuerda \" Eleanor Rigby\".
Todas estas vivencias infantiles campan diáfanas por sus respetos, tan frescas
como el pan desayunado esta mañana...
Hace apenas quince días sonaron
en concierto sus alegres canciones
en la taberna donde empezaron
Los intérpretes eran cual neones
que brillaran a la luz del aplauso
que le dispensamos como leones
Sorpresa en el auditorio causo
cuando me arranqué a cantar en alto
¡tanto que casi a la banda pauso!
Vivir para ver, sin reparo salto
Ver para vivir, cual enano chillo
Sentir para contar, loco me exalto
Contar para sentir, al estribillo.