Tenemos momentos maravillosos,
Nos queremos y bajan los ángeles, todos,
Nos queremos como lo hacen pocos,
Nos amamos y el uno para el otro somos.
Pasan lentamente las horas,
Las manecillas del reloj se vuelven seductoras,
Mientras caminan hacia el ocaso,
Van lentas en su paso.
Y crece cada vez más la flor,
Esa que crece por nuestro amor,
Nos envuelve un romántico deseo,
Cada momento cuando te veo.
Realizamos nuestros pequeños
Y más hermosos sueños,
Donde veo tu bella sonrisa,
Tan inocente y divina.
Pasamos jugando toda la tarde,
Corriendo en todo el paisaje,
Y las gotas de lluvia suave comienzan a caer,
El viento comienza los árboles a mecer.
“El viento acaricia los árboles silencioso, mientras te tengo en mis brazos, a la orilla del río largo, envueltos en la lluvia y el viento misterioso.”