Eres tú hermosa Alba,
divina joven de sin par belleza,
desnudas la noche
de melancolía...
y te viertes lenta
entre sueños raudos,
quiso la musa
dormir en su fragancia,
y desvestir tu piel
de su perfume ignoto,
mil flores apenas tienden...
un exquisito manto de guirnalda,
allá donde tu pie
se descalzaba exhausto,
¡ Oh musa...
de mi vida innoble !
estrechas mis sueños
de argentífera belleza,
allá donde la noche
apenas...
se adivina y desdibuja,
entre homéricas
pasiones...
de lirio humedecido.