Y del Ávila

Háblame!

En tu voz yo encuentro esos matices de poesía, que como el arcoiris inalcanzable,

se pierde en la inquietud de la atmósfera.

Al rescatar una a una, con cada una de tus sílabas,  

construyo a fuerza de retazos,

la declaración de amor que quisiera ver brotar espontáneamente de tus labios. 

Eres como un gran cofre escondido

que encierra la tormenta silente

y a la vez el sigiloso estruendo del palpitar de tus sienes. 

Cómo saber, si en tu garganta

guardas esa expresión lúdica que me aproxime a tu espíritu. 

Eres ese misterio cristalizado, que se resiste a disolverse dentro de mi alma.