Acompáñame
tomados de la mano
y mirando el presente callados,
solo disfrutando el momento,
sonriendo a un futuro incierto,
disfrutándonos solo así,
a cada momento.
Acompáñame
como cuando vimos
por primera ves
el amanecer juntos,
mirándonos sin decir nada,
disfrutando cada segundo,
deseando detener el tiempo.
Acompáñame
tomados de la mano
como hace 16 años,
y con Dios de testigo,
te pedí que fueras
mi compañera eterna,
y sonriendo dijiste que sí.
Acompáñame
para recordar aquel momento
en que vi rodar tus lágrimas,
al escuchar un llanto que salía
de tus entrañas, y presenciamos
el milagro de la vida,
que nos miraba y nos sonreía.
Acompáñame
hasta el final de mis días,
hasta que ya no pueda tomar tu mano
y que con mi último aliento pronuncie
tu nombre, amada mía.
Pero no partiré sin antes prometerte
que te buscaré y te encontraré
en la siguiente vida.
Acompáñame...