Entro en un cine noctámbulo,
no hay nada que marea más mi cabeza alcalina
que tu letrero de neón en mi cabeza.
Lo corrosivo de la cinta oxida el aire y me gusta,
inhalo mis sentidos con toda una calma y dejo
olvidado por un momento la neurona absorbida
de tu alma. Breve cada sentido ajeno
de esta película, olor de una chaqueta podrida,
no es tan malo cuando hay amor.
No es tan malo ahora,
veo más lejana la situación.
Entro en un cine noctámbulo, y se
que no se puede fumar, mierda
esta noche será algo rara.
Veo más torcida la realidad,
personas deformes alardean de sus discapacidades,
mujeres burlándose de una sociedad violada,
¿estaré en shock o mi pasado me retuerce la conciencia?,
No se si reírme o hacerme el loco,
pero, sin embargo, sigues en mi auto.
La sangre en mis manos solo apacigua mis temblores
Y mi suerte siempre fue un trébol de tres hojas.
Las cortinas de un telón se cae y la función termina,
aun sigue mi realidad arqueada y mi ojo morado,
focos que parpadean al final del pasillo,
será que me desvió,las piernas me tiemblan,
me añejo el tiempo,calma,
has despertado de cosas peores,
hay películas peores, de pensamiento,
mejor no recordar.
Me gusta pensar que estas en un lugar mejor,
La ilusión de que duermes en llanos pastos suaves
Entre turnias luces y adornos fugaces,
Sin embargo, sigues en mi auto,
Sigues con tu misma sonrisa y esa mirada indiferente.
Ya no requiero de tu silencio,
Eres tan cruda como la realidad,
Solo que esta te devoro viva,
Solo que esta te arranco la carne
Y recuerdo que aun sigues en mi auto,
Enterrada en mi maletero
Con una noche fría y cuerpo transpirado,
No es tan malo cuando hay amor.
G. Rasva