Destape una botella, con prisa y sin pena, bebí una copa y brinde por las penas.
Encendí un cigarro, entre el humo me perdí, recordé una canción, mas no se donde la escuche.
Copa tras copa fui bebiendo, la noche era fría, recordé estaba sola sin compañia.
La madrugada llego, la botella no supe si estaba medio llena o medio vacía.
El humo se disipo, unos ojos me observaban, sin miedo salude a la que aquella noche me acompañaba.
A veces reía, por momentos lloraba, no se si daba lastima, que aquella borracha también reía y lloraba.
Pude ver en sus ojos, que mis penas le dolían, y aunque nada decía, ¿acaso ella también sufría?
Por pena no preguntaba , quise secar su llanto, y mi mano se extendía, ¿acaso estaba yo borracha?...
su ropa se parecía a la mía.