mariat araure

SOÑANDO CON EL AMOROSO

En aquellos tiempos

El hombre del cemento

Miró sus ojos

Asustó  su  alma

Sus hálitos de  incertidumbres

Y pesares confundieron los propios

 

El hombre del cemento

La olió y tembló su cuerpo

Cansado de razón

Presintió  el presente

Como un recuerdo

La invitó a dormir desnuda

Le  recorrió un camino distinto

Y llegaron al mismo lugar

Con él durmió sin mañana

Como duermen las niñas

 Amaneció en la paz

Del abrazo preferido

 

Ayer, al despertar

Llego al sitio indefensa

En estos tiempos

Solo hay permiso  para sufrir

Por nuevas causas.

Queda esta vez

Con  libertad

Para  abrazar libremente

Repetir la emoción

De descubrir un corazón

Para compartir camino

Vivir el abrazo como única ley

Que no admite un juicio

Jugar a jugar la vida

En perfecta conexión

De las almas

Cuando se presienten

 

El hombre del cemento

Jugaba a convertirla en

Casa con leyes libres

Al llegar la hora

De cerrar los ojos

Sin el hombre del cemento

Se  dio cuenta

Que en la plaza de su pueblo

Brillaba todo

   Menos la luna