Tanta bondad sumergida en tu mirada,
exceso de dulzura acumulada en tus labios,
migajas de exquisitez en tus mejillas,
brochazos de perfección dibujando tus curvas,
altura extraordinaria alzando tu postura,
delgadez proporcionada en tu complejidad,
sin embargó... palabras inexplicablemente agridulces para describir tu actitud.