Mediocre soy, jamás podré negarlo,
poema, tú me sacas del hastío.
Razón le das al mundo tuyo y mío.
Vivir deseo, así poder contarlo.
Ser bardo exige amor, y todo darlo.
Armar con letras colcha contra el frío;
dejar que fluya el verbo, claro río,
poner cadencia al verso y bien gustarlo.
Medida justa llevo aquí, en el alma,
afuera el mundo está veloz, revuelto;
reclamo para mí sencilla calma.
Me basta con viajar ligero y suelto
llevando limpios pecho, frente y palma,
tendido un brazo cuando haya vuelto.
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino.