Acompañarte en la agonia fue un dolor del día a día, como un hermano que sufría, no sé cómo se vivía. El lamento y los dolores que sufriste sin pedirlo, hace fuerte ese recuerdo y saber que sin quererlo te perdimos ese día. No sabes los recuerdos que dejaste en tu partida, aunque el Cancer mata el cuerpo, a tu alma siempre guía. Esa fuente de energía siempre queda con nosotros, la familia que dejaste siempre te recordará, imposible olvídate, tu alma siempre acá estará. Y yo nunca olvidaré es día de febrero, cuando te fuiste por siempre y tu alma descanso, aunque fuiste un gran guerrero, esa batalla te gano. El abrazo que le diste a tu señora al despedirte, lo recordará por siempre como un gesto que le diste. El espacio que dejaste y la promesa que te hice, me hace parte de tu vida y tratare de no fallarte, aunque ponga de mi parte toda el alma y compromiso, a tus niños tratare como si fueran los míos, sin tratar de reemplazarte, solo en ellos recordarte. Que ellos siempre te recuerden como un tipo excepcional, ese padre cariñoso que los quiso hasta el final, que tu chispa nunca muera, es la tarea que nos queda, y así siempre lo será y haré siempre lo que pueda. Mi quierido amigo Tomy, te lo escribo y te lo digo, para mi siempre serás mi compadre tan querido. Un abrazo eterno.
Sergio