Te ví llegar en la muchedumbre ajetreada y olorosa a licor,
te vi llegar autentica y radiante quizas como el sol,
Te ví alli, en los mares, mordiendo mis costas y naufragando conmigo
en la burbuja de este sentimiento que no parece caber en un solo cuerpo.
Pero luego, te ví huyendo de mi.
Te prometí los cielos, las estrellas y las nubes esponjosas,
te entregue mis sueños y la agonía de mi dignidad
Ingenuo, una maratón por ti corrí,
te dije, da un paso adelante y escapaste de mí.