Eploré como un naufrago desesperado
en todas las bellezas de tu libido...
Te busqué en los ejes partidos de la noche...
Quería encontrarte en los pliegues de la antorcha...
Mire los pétalos de las totoras y de las palomas blancas...
El suspiro de los muros de flores no me contaban de tu canto...
Ni las golondrinas de corazon viajero me decían de la poesía de tu
rumbo...
Te exploré en la piedra tallada y en la impalpabilidad del alma...
Te indagué en el universo de mi entorno...
Pero estaba ciego...
...¡no busqué en tu corazón!...
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