Se quiebra mi mundo, cuando escucho tan cerca
tu voz, pero no es para mí…
Cuando te veo reír y bailar de alegría… pero no es por
mi presencia.
Cuando deseo invadir tus más bellos sueños…
e incluirme en ellos.
Cuando después de la tormenta que cae lenta
y agónica, veo el arcoíris y busco en él
la magia del color de tu mirada.
Cuando el viento trae tu aroma y me recuerda
la distancia que me separa de ti… Si tú sintieras
como yo siento, si me amaras como te amo…
Se quiebra mi mundo, pero mis oídos se niegan a
la verdad de la razón y mi corazón a olvidar el eco
de los días junto a ti…
Cuando escucho el llanto de un alma que vaga
herida y me doy cuenta que es la mía, que busca
en los recuerdos la melodía que avive mi espíritu
y devuelva la quietud a mis días…