En silencio ella mira las danzantes llamas,
fascinada por su poder destructivo
sobre la volubilidad de las ardientes brasas,
cediendo ante su suerte a volverse en cenizas
Sus pensamientos deambulan sobre una relación
de una balanza desequilibrada de sentimientos
y deseos frustrados por la pasión disipada de él,
su sensualidad guiada por su capricho
Él espera imperiosamente la aquiescencia de ella,
su faz con la cicatriz de su impetuosidad,
sus dedos tamborilean la silla con impaciencia,
la inaguantable serenidad de ella reflejada en sus ojos
Lentamente ella voltea la cara a verlo,
mirando profundamente su semblante,
una vida de cenizas humeantes no será su destino,
una sonrisa cínica era únicamente su repuesta
David Thorpe © 2017
El cuadro por Virgilio Trompiz, Pintor Venezolano