la flaca

No me llores Micaela!!!

No me llores Micaela, siempre nos llega el día donde la distancia deja de ser una alternativa, una decisión, una consecuencia y se convierte en destino, fuiste el destino y tu sala y tus ojos fluviales lo fueron, pero hoy, hoy yo no puedo escribirle al amor más que con este vacío que prolongo hasta tu alma, cuando en la mitad del camino te dejo.

 

Después de aquí, todo fue lo más bello y lo que deja de ser es hermoso también, y ese futuro incierto trae belleza en la violencia con la que se aproxima, disfrutá Micaela del dolor que nos queda, para que podás identificar el placer cuando venga y humildemente toque a tu puerta, lo tomarás con tus manos, tus manos de mujer eterna,  podrás entonces olvidarte de mí y de este que te deja.

 

No me llores Micaela, que tus lagrimas me siguen, como diminutas espinas se encarnan en mis pies y voy dejando el rastro de mi sufrimiento desde tu casa hasta donde esté, y ese Micaela, ese no es ningún camino, el camino no puede doler.

 

Me diste el verano de tu pelo, resplandeciente sobre el pecho iluminó la oscuridad que he llevado siempre, reposé en todas tus estaciones la convulsión constante de mis miedos y fuiste, claro que lo fuiste, fuiste la Atenea de mi guerra, la hermosa guerra que perdí, lo más fuerte de mi ser humano existió por ti.

 

Micaela, no te sientas sola yo nunca fui compañía, soy el que emigra no por libertad sino por hambre, más parece una huida, sabés que estos engendros me consumen y es mi angustia la huésped desconocida, reza Micaela, a tu virgen y tu dios de barro por mi alma de fuego que se extingue como una estrella en el cielo, ojalá y puedan tus santos sin gloria darte la paz que voy buscando, cuando ya la fe se muere y el asombro se va apagando, no me queda dentro más que tu rezo desconsolado, triste para mí que me he convertido en un incrédulo apasionado, ebrio de respuestas como tú de milagros.

 

No llores Micaela, nada de esto vale la pena, sólo aquellas noches entre los vapores de tu cuerpo y los precipicios a los que me acercaba por cumplir tus deseos, no sabes la agitación que me produce la idea de tus besos, fuiste el sexo arrebatado de aquella juventud turbulenta y fuiste el sexo intercesor entre mi vida y su decadencia, acepté el ocaso sólo por tu compañía, te juro Micaela permanecí por vos.

 

Si hoy te dejo no es a falta de amor, jamás el amor tendrá en mi otra referencia, no me llores Micaela.