churras

un angel cayĆ³

Era un día de marzo, un doloroso día, cuando,

Mi impaciencia un grito de auxilio escuchó

Todo parecía tan normal que mi alma dormía

Fue entonces que del cielo un ángel cayó.

 

Tenía rotas sus delgadas y frágiles alas,

Su mirada tenía todo el candor de una niña

Pero con toda la sensualidad de una mujer

Se acercaba, sabiendo que resistirme no podría

 

En un instante me dejo sin defensas

Me robo mi espíritu y alma en un segundo

En su rostro se veían almas de hombres

Que de sus hermosos labios eran presas

 

Sin saberlo con su dulce mirada me atrapó

Me encontraba quieto, perdido y sin dirección

Por ese néctar embriagante de sus labios

Con todo eso mi alma y mi ser cambiaron

En ese magnifico día que un ángel cayó