No sé qué senderos recorrerán mis pies
siempre tienen ganas de viajar, de volver.
El camino más largo no me interesa, el que
más afluencia tiene o el más bullicioso,
tampoco, sobretodo porque quiero volver.
Es redundante y reiterado que al repetir el
camino mis sensaciones recuerden las
anteriores y valore así cuán cercano estuve
en mi memoria sobre aquel árbol, la farola
o el lustre del cartel de la cafetería que ansiaba
alcanzar para volverte a ver.
Pues destacado en mí es el engaño y todo lo
transforma a su paso y yo volviendo sobre los
míos me pregunto si este corazón loco que los
guía me lleva por el buen camino, pues vuelvo
a caer en el ansia irremisible de volverte a ver,
el árbol está sin hojas, la farola rota y
el estupendo cartel perdió su lustre cuando
llegué y no te vi, estaba sólo el café como a ti
te gustaba: \"con dos cucharaditas de miel\"