Luego de muchos kilómetros recorridos finalmente el colectivo llega a su destino. Rosalba se dirige a la estación y observa en la pantalla la hora de la próxima salida de un lugar que ha escogido al azar. Era de noche cuando el tren detuvo su marcha y ella bajo del mismo visiblemente cansada por el largo viaje, se dirigió a la taquilla de información y pidió le recomendaran una posada estilo familiar. No muy lejos de allí consiguió alojamiento en un pequeño hotel, luego de llenar el formulario subió a la habitación tomo un baño y se dejo caer en la cama quedando profundamente dormida. A la mañana siguiente se levanta y al abrir las puertas del balcón puede ver varias calles angostas y una de ellas lleva a un mercado y decide ir a conocerlo, en el preciso momento que repica su celular.
-Hola mamà, ¿acaso te has vuelto loca?, ¿no piensas en nosotros?, ¿dónde estas?, Yin acaba de darme la noticia, y dime ¿cual es la necesidad de hacer todo esto?
-Calma Liz una pregunta a la vez: -primero, si es que me estoy volviendo loca pues divina locura que me hace feliz -segundo, ya ustedes crecieron, -tercero, este mundo es muy grande para quedarme en un solo lugar, -cuarto, tengo muchas cosas por hacer aun en la vida, es hora de ocuparme de mi y es lo que estoy haciendo a partir de este momento, descuida cariño se cuidarme y tu lo sabes, ¿o acaso no cuide de todos ustedes bien cuando así lo necesitaron?, cumplí a cabalidad con la responsabilidad que adquirí en su momento. Se ha iniciado una nueva etapa en mi vida y eso no significa que deje de querer a mis hijos, solo se trata de vivir un nuevo sueño lleno de esperanzas e ilusiones solo para mi. Mi niña imagina que tu madre se ha tomado unas largas vacaciones
-Mamá te entiendo aunque no es fácil aceptarlo, promete que estaremos en contacto para saber que estas bien, últimamente entre mi trabajo, la casa y tus nietos no me ha quedado tiempo muchas veces ni de llamarte.
Y asì madre e hija colgaron la llamada con los ojos inundados de lágrimas, no era un adiós sino un hasta pronto.
Ahora Rosalba camina distraída entre las calles de aquel pequeño y pintoresco pueblo, era hermoso con sus calles de piedras, balcones con flores de todos colores y niños jugando en las calles. Se dirige al mercado que esta al final de un callejón y entre frutas, hortalizas y verduras gritan los vendedores ofreciendo las delicias naturales, llama su atención las manzanas rojas y verdes de preferencia, toma una y al saborear, gira su mirada y observa un cartel en la vereda que dice “se solicitan aspirantes para ingresar en cursos de teatro entre cuentos y comedias…
Y la vida continua…