Esa noche escuche un latido, un palpitar.
Por un momento llegue a pensar que era tú corazón.
Entre las palabras y las despedidas fue ahogándose ese latido.
Se convirtió en algo del ayer, en un simple sueño.
En una historia que se cuenta entre suspiros.
Ha pasado tiempo desde esa noche
Los años me han pintado algunas canas.
El reloj sigue su cursó.
Cuando volteo y miro así atrás
A esa noche cuando me dijiste adiós.
Me doy cuenta que fue ese latido
Me doy cuenta que murió esa noche gris.
Ese momento que me ha cargado hasta aquí.
Fue mi felicidad, fue mi alegría.
Gritándome que no te soltara mientras agonizaba
Que no te dejara marchar de mi vida.
Qué ironía, si tú ya te habías ido.
Estaba yo solo, hablando con tu fantasma.
hablando con tu memoria, con tu recuerdo.
Murió mi felicidad y se llevó mi risa y gozo.
Solo me quedo una botella de vino
Un último trago para acabar con esta pena que me está matando.