Hoy está vacío
coronado de ramas secas
en un atardecer de invierno.
Cuantas historias ha vivido
el banco de la plaza
Una madre junto al cochecito
mirando al niño.
El anciano harto
de vivir
que saluda con sonrisas
a los que pasan.
Ese hombre sospechoso
con un paquete
bajo su brazo
mirando si soy su contacto.
Hasta esa noche
que un desesperado
durmió el cansancio
en medio de la lluvia.
Cuando alguien murió
por propia voluntad
de madrugada
solo un ruido seco
y debieron pintarlo
nuevamente de blanco.
Pero saben una cosa
también estuvo
una pareja enamorada
que se prometieron
la eternidad.
Hoy el banco espera
que te sientes
y esperes que pase.
Pediré permiso
y me pondré
a tu lado
sabiendo que sabes
las historias
del banco de esta plaza.