Camine de tu mano por tan bellos senderos
los que hoy están tapados por el desamor
los morbos se quedaron en un cajón,
en el cajón de los viejos harapos, de la luna menguante;
de aquel otoñal abril, que no me deja olvidar,
esos días grises que pasábamos juntos al lado de la chimenea
en la alfombra que olía a tu perfume, de la última vez
que jugamos a hacer el mundo con sueños,
rodando en el eclipse de tu mirada, y en los sonidos del viento.
No dejabas la tesis de tus alegorías que daban con tu borrador
de los tiempos que no eran propicios para ti, para tus frutos,
la voluntad era inmensa y la confianza no tenia limites,
queríamos hacer realidad los sueños después de tu ilustre maestría
mostrando todo sin dejar nada al azar, al norte ideal,
solo nos queda una sola cosa más por descubrir
era un talento innato que era de mi absoluta posesión
te invite a probarlo, y solo me dices que jamás lo olvidaras
que el placer es infinito, el tiempo no es litigio a tu lado
es elevar el estruendo de todas mis fantasías en un solo lugar;
lugar que no es para un paladar cualquiera, es caviar,
es deleite de una princesa y manjar para una reina, me decías…
El tiempo transcurre de prisa y nos queda poco para gozar,
gozar de las miradas, de los besos, de los cuerpos,
de las manos entre lazadas, de la alfombra con tu aliento a miel
miel que dejas caer por tu cornisa tibia que llegan a mis manos
dejándolos empapados con tu pureza de libre albedrío…
Llego la noche y abrazados al amor nos quedamos sin aliento
amaneció y noto tu ausencia, el silencio, la desesperación,
te busque, grite tu nombre al viento y nadie respondió,
vuelvo a la alfombra, mirando alrededor y como un sueño
una carta junto a la chimenea, la abro y al leerla,
las perlas caen una a una junto mis rodillas, sin entender ¿Por qué?
La decepción fue total, cuando me dices, perdón por todo,
por haberte ilusionado, por amarme, por entregar tu alma,
y yo tan solo jugaba a ser la protagonista de un cuento de hadas…
Bea.B...