chica de ojos mar
morena de piel canela
niña de otras tierras
con alma de marinera.
tus cabellos acarician el viento
tus manos rozan ese lunar
tu mirada ciega el sol
si, mi paraíso particular.
muchacha de mieles agrias
mocosa sin libertad total
joven de inocencia fugaz
estúpido ingenuo chaval.
tus ojos ya azotan mi ser
tu mirada ya me está matando
mientras tu pelo ruge en la costa,
es inútil, ya me estoy ahogando.
soy tuyo, no lo sabía entonces
tu no eras mía, lo creía pues;
ahora escribo estos cobardes versos
para llorar agusto después.
el verano ya se está acabando
nos despedimos rápidamente
la marea ya va cambiando
nos vemos el verano siguiente.
me fuí de aquel estío respirando arrogante
pisando la arena caldeada por el verano
lo que no sabía es que ya estaba ahogado,
pues de tus playas ya siempre seré el náufrago.
iluso soñador de los versos rotos
engreído embustero petulante
de don juán a don judas
¡camina!, falso caballero andante.
Recuerda ahora lo que tuviste
mientras te curas del burro la caída
alude en este día lo que fué sin duda
el verdadero amor de tu vida.
echa la vista atrás y llora,
viendo aquel mar embravecido
cogiendo tu chalana sin rumbo
y dándole a tu viaje un sentido.
ojalá me des celos ahora y siempre,
pues sin duda será una señal,
de que el nuevo barquero
no albergará ningún mal.
Adiós verano de mi vida
adiós estúpido ingenuo chaval
hasta más ver ojos mar
hasta siempre, mi amada inmortal.
Por ti es este martirio espiritual
¿que eres tú? nunca lo sabrás
pues estos versos que te escribo
probablemente nunca los leerás.
A M., por todo.
Amor Bravo.