LV.

Caminata lunar

Mis pasos,

que eran un ruido nomás,

en las calles de tierra.

Mi aire

que era gris suspiro, nomás

como cigarro

o locomotora

 

y hoy

y ahora.

 

Lento vaivén de manos,

pulsantes

como latidos las huellas

en oscura arena

y a un lado

las olas

negras pero

firmes como tierra

y a un lado

el amor

y a un lado la luna.

 

Ah, la luna

mis ojos no la han visto nunca

la luna como un jazmín

blanco

amarillo

marrón jazmín,

y su luz

guardada como en ceníceo alhajero

derramada para nosotros

y para el mar como brea

y las huellas como pulsos

en oscura arena.

 

Los ojos reposan

descansan del amarillo

gastado de los días.

Las imágenes del terror

se desvanecen;

un cuervo en el aire

se desintegra

y un disparo y su bala

se pierden en lo recóndito

como un niño de trigo

en negro bosque

 

Ah, la brea y el amor

ah, las manos y las huellas como pulsos

ah, la luna

blanco

amarillo

marrón jazmín.