Pero amor,
El sol ya se escondió
Son las nueve de la noche
Y tú toda una vida ingenua.
Amor, despiértame cuando te vayas,
Déjame tu aroma para acordarme y
Una cicatriz para olvidarte,
Dejaré mi arma cargada por si la quieres
También me iré
Solo que me gustas las luces en la oscuridad,
Las estrellas nubladas
Y tu ingenuidad a flor de piel.
Amor mío,
Déjame tranquilo, ayúdame a calmar
Mi paciencia, corre hacia la plaza
Y grítales a los extraños,
No te oirán
Tus montañas a los lejos te escucharan
solo no te entenderán, y las luces más tenues se vuelven
me gusta
el frío ya no calma mis temblores
mi arma ya no está cargada
la sangre ensucia la mugre de las calles
me dejaré llevar por el río
que vuelva la fiesta y los disfraces
que vuelvan los que siempre llegan tarde.
G. Rasva