Amada mía, amiga y compañera,
cuán difícil es aceptar tu pasado
aun cuando consiente soy
que aceptas los míos,
por qué es difícil aceptar el tuyo?,
que miseria se desborda sobre mi
bañándome de perezoso hastío?,
traumática tragedia
que pasa su factura, justo ahora,
que el amor es más que verdadero,
existe algo que está mal dentro de mí,
algo que mi vida no puede digerir,
algo que mi alma no quiere asimilar,
aceptar, injusto soy en mi veredicto,
soy alma perdida
que por donde vago, asesino,
nómada de la maldición soy.
Amada mía,
he tenido que descender al infierno
para tratar de entender tu pasado,
he dejado el confort de mi paraíso
solo para juzgarte cuando mi pasado
es similar al tuyo,
…que está mal en mí?, los ángeles
siempre serán despreciados
en una tierra a la que no pertenecen,
los espíritus nobles, siempre serán
despojados vilmente de su inocencia,
ultrajadas nuestras vidas; no siempre
todos tenemos la fortaleza de aceptar
las humillaciones vergonzosas
que deseamos mantener
ocultas hasta la muerte,
y disfrazarlas de olvido
para que no surjan
como zombies aberrantes
a desear alimentarse de la felicidad.
Amada mía, compañera de vida,
quizás no te amo con demasía,
quizás me odio a mí mismo
y jamás fui consciente de aquello,
cuán difícil es aceptar tu pasado
aun cuando consiente soy
que aceptas los míos,
por qué es difícil aceptar el tuyo?,
que hace que la ira
sea más fuerte que la misericordia?,
o será que tantos años
el frio de la soledad
devoró mi sensatez?,
maldecido debería ser
por poseer la bendición de tu amor,
existe algo que está mal dentro de mí,
algo que mi vida no puede digerir,
algo que mi alma no quiere asimilar,
aceptar, injusto soy en mi veredicto,
y tú, delicadamente me miras,
me sonríes, acaricias y seduces el alma,
será que podre masticar
esto que no entiendo y pasármelo
con amarga saliva en confusión?,
quizás solo estoy confundiendo
tu amor sentido en el pasado
con el amor que sientes hoy y por mí?,
celos ridículos, absurdos sentimientos
de muerte soledad y odio,
celos de amalgama putrefacto,
resintiendo el arrebato sufrido
del alma y el cuerpo que completos
me pertenecían;
una horrenda vergüenza
hace que agache mi cabeza
y salga por la puerta trasera
de todo lo grandiosamente conseguido…
amada mía, amiga de infortunios,
tu desgracia es similar a la mía
y yo no acepto lo que tu si,
basca de sentimientos
deberías verter sobre mí,
eso sería lo justo, pues,
de eso me alimento y me alimentaron,
como nos hubiese encantado
ser uno, pero desde cero,
no haber sido desechables
y llegar después reciclados en el amor,
en el amar, en el alma, en el cuerpo,
la culpa busca responsables,
cuando aquí, víctimas y victimarios
fuimos, sangre sucia por sucumbir
a la tentación de amar,
y al pecado de la fornicación,
almas miserables somos, más yo!,
que mis sentimientos son débiles
ante algo a lo cual tu eres fuerte,
…amada mía, compañera mía…