Mallez

Al poeta que realza su alma

 

Sencilla y cálida es tu mano
que mueve la pluma sin prisa,
sin soslayar lo cotidiano
como tu más grande pesquisa.

¡Oh! Poeta de alma inquisidora
que acrisolas llanto o alegría,
y es tu arte donde se decora
la voz callada de tu poesía.

Admiro la gentil grandeza
con que te postras taciturno
para plasmar con sutileza
tu ávido pensamiento diurno.

Y las exacerbadas cosas
que te causan tanta molestia
las convierten tan decorosas
la sencillez de tu modestia.

Poeta, esgrimidor de las letras
donde la estrofa nace y vive,
como tu alma donde penetras
hasta que un verso se concibe.