Traía consigo todos los misterios
de un amor profundo, inmenso y bravío
que sucumbía su vida y marcaba su ritmo...
Cual caracola marina
escondía las mejores melodías, deseos y ganas de amar
a quien supiera descifrar
los códigos de su alma y la sepa escuchar...
Dúo de esmeraldas perdidas
con chispas de melancolía
así eran sus ojos irritados de tanta sal
que a diario se sumergían en su penar
en los solitarios atardeceres de amor y mar...
Su boca carnosa, tentadora, pasional
teñida de corales preciosos
dejaba su herida aún sangrar
por ese anzuelo doloroso
de pasión, tristeza y soledad...
Su elegante figura dejaba desfilar
envuelta en vestiduras blancas
como bañada de espuma de mar
por el largo muelle abandonado
y en extremo se detenía a descansar...
Un dulce tema al viento entonaba
como plegaria al enamorado que no volverá
y una rosa roja apretaba en su pecho,
besando uno a uno los pétalos
los arrojaba al cómplice mar...
Ritual sagrado pára ella
extraña dama del mar
adormecida en el tiempo
cual Penélope tejía sus sueños
con hilos de locura pasional
para echar su corazón navegar
a las profundas olas azules
dejando su suerte y su vida al azar...
ESMERALDA