Me amotino en el silencio,
embriago de ansias
y estrello sueños al vacio.
subsano el dolor provocado
por embates del deseo
y la necesidad de despertar
en la luz de tu tierna mirada…
disipo en lo inconcluso de mis días
ironizo con la apatía
de tenerte en la ilusión
y en el pensamiento.
quiero y no puedo
firmar juntos
a las culpas la amnistía
que nos permita
¡sentir sin remordimiento!