Voy con el aliento de la mañana
entre sueños verdes, peñascos y ríos
mientras un éxtasis impulsa mi recorrido,
para acoger feliz mi destino.
Cuando las colinas sus flores me regalan
forman con mis sueños, ramilletes coloridos.
Pero..., cuando mis ojos suben a los árboles
hace transformar mi tiempo en pájaro
soy trinos musicalizando el cielo
danzando entre armoniosos giros.
Mas, si en el llano estoy,
mi cuerpo se extravía en la hierba
pues mi ser reclama ser paisaje
con el estallido de la vida
que regala su pasión al río
remontando su camino,
presurosa voy buscando tu destino.
¿En qué colina quedó mi corazón prendido;
que mi ser se enamoró perdido?
¿En qué fronda se encendió
la llama de tu fuego, qué tus dorados
horizontes apasionan a mis huesos?
¿Dónde creaste tantas retamas amarillas
que llenan de savia el cáliz de mi vida?
Mis sentidos se aferran a tus riscos
para quedar en ti como brisa de la tierra
reclamando su porción dentro de ella
siendo un latido más de tu naturaleza.