¡ Tengo miedo de la noche!
¡Amor no me dejes sola!
¡Que me asusta su silencio
y su oscuridad me ahoga!
¡Presiento cien toros negros
acehándome en sus sombras!
Mas... todo se desvanece
cuando tus labios me nombran.
Y si tus ojos me miran,
ya no tengo miedo a nada,
pues mi vida se ilumina
con la luz de tu mirada.
Y en esa vida que enciendes
todos mis miedos se apagan.