Ya sabrán las hojas de brillar con el sol,
ahora se dejan llevar por el viento,
bailan en la oscuridad, chocan con lo negro
que se alimenta de la tormenta.
¿Quién podría danzar como ellas en
esta tempestad de mil gritos de la noche?
disfrutar el vaivén de estos rugidos y sonreír,
la naturaleza tiene siempre la certeza del alba,
el ímpetu deja nacer la calma.