Érase mi Ernesto
Un niño travieso
Cazaba mariposas
Y les daba un beso.
Tomaba al cocodrilo
Y lo acariciaba,
Pero con sus dedos
Sus ojos amenazaba.
No quería hormigas
Porque lo picaban
Y a las lagartijas
Corriendo cazaba.
Este niño hermoso
Rodeado de amigos
Tan maravilloso,
Inquieto y divino.