Tu boca es un fuego de la montaña
con viento de tentación advenediza,
manantial que a la luz de la mañana
despierta en sus ondas tu bella sonrisa.
Guardiana de la nácar cordillera
que se atrinchera inerte tras de tus labios.
Por darle tan sólo un beso qué diera
y en pos de ello así no te causare agravios.
Tu boca es la causa de mi locura
en cuyo efecto de elíxir me hallo preso,
razón por la que mi boca procura
hallar alivio con sólo darte un beso.
En ella se encuentra un mundo de sabios
y en sus palabras me da vida o me mata,
como en ese fuego que hay en tus labios
cuando se atisban de color escarlata.