La viuda
pinta en la playa
mirando el mar
una barca
de marineros
con vela blanca.
Esa barca que no llegará
donde su amado
salió un día de sol
venciendo las olas
perdiéndose lejos
donde el cielo cae.
Ella pinta esa historia
del marinero
que regresará alguna vez
y podrá amar.
Es entonces cuando
se levanta el viento
y la chalina negra
flota como las aves
que se van
con las barcas
que llegan de pescar.