Necrofagotimes

Horroris causa.- (18/03/2017).-

Llegamos al mundo a la hora precisa para contemplar,
Como en un museo de ceras o en una sala de torturas
 Los exquisitos desbordes del dolor,
  Tantos goces abiertos como alas de polillas,
   Tu rostro lloroso que casi no llora,
    Tu sombra transida en tren de ser sombra,
     El cuadrado mágico donde me desarmas a voluntad,
      La voluntad tan bien escondida en mis nombres (irrecuperándose),
     Los remanentes del tiempo (cayénsedonos como paredes húmedas),
    Las tardanzas esperables (elevándose como infelices humos),
   Los desastrosos bocetos donde no ceso de pintarte desnudo,
  El mismo ténebre amor (corrompiéndolo todo como una epidemia),
 El segundo plano de donde emergen las manos apresándonos-
  Como detrás de un vidrio, golpeando para distorsionarnos-,
   Este desgarro de mi último velo (como),
    Un muerto al que se le resbala la sopa de la boca,
     Tus costumbres de hablar hasta que de la garganta broten las áspides,
      Tu levantamiento de lecho (ahora sí desnudo, pan de tantas pesadillas,
     En guardia contra lo que te haya despertado),
    Tu manía de ignorar que los demonios y vándalos se propagan-
   Como legiones silenciosas y enredadas-
  Del otro lado, donde aún duermes.
 Y algo más:
  Tu lado del otro lado, junto al mío, como dos exclamaciones
   (¿Dubitativas?) anestesiadas, lívidas y pesadas,
    Contemplando el alarido que emana eternamente
     De tantos huecos mudos
      Donde el infierno adorna su pincelada.