Me dijo un día mi niña
pon la luna en el ropero,
y con una hoja la cubres
que se escape yo no quiero.
Mi reinita con sus chinos
sobre su ovalada cara,
de luna pidió un pedazo
como postre de la cena.
Dijo la precoz infante
guárdame el otro pedazo,
que lo quiero para hacerte
un lindo collar de paso.
Gracias mi nena adorada
de todas formas te quiero,
pedazos, collares, luna
siempre a tí yo te prefiero.
Monserratt Casteleiro/Akacia