Dormir en ti,
desasida de todo, abandonada...
desnuda de mis letras,
cubierta de tus besos...
Dormir en ti,
cerrando al fin mis párpados cansados,
sin prisa, sin miedo...
Nadar en la calma de las horas
sin perder el zapato, o el remo,
sin perder el sueño, la dignidad y el cielo.
Hundirme en tu cuerpo,
espantando los demonios de la A a la Z.
Y emerger juntos en el estanque límpido de la verdad eterna.
Sacarnos juntos de este crudo invierno de cielos de estorninos,
hacerte olvidar tu desamparo,
hacerme olvidar mi desatino.
Con los acordes del silencio
dormir en ti, dormir...
y vagar perdida en tu pecho.
Poder cerrar los ojos y saberte ahí,
en mi lecho tú,
sosegado, eterno...
yo,
en tu lecho,
viva.