Mallez

Ven

 

Ven, dame tu mano y caminemos
con parsimonia a donde la alegría
nos convide a que vayamos lejos
y pernoctemos al terminar el día.

Sé mi cómplice y entonces calla.
Deja que en silencio todo empiece
mientras que ya tu boca se halla
rendida para que yo la bese.

Dame tu mano ... Sigamos luego.
Seamos dos en un mismo artífice
de añoranzas y de tantos sueños
donde tantas veces yo te quise.

¿Qué puedo hacer si te quiero tanto
Mujer hermosa de piel morena?
Mientras que presurosas en lo alto
tan brillantes surgen las estrellas.

Antes que, por fin, el día diga adiós
caminemos juntos la última vez,
y vayamos lejos, lejos, tú y yo,
si me das tu mano y me dices: Ven.

                        M