Contempla estas piedras maravillosas -comenté-, aquí nace el rey de los ríos de España...Lo hace entre pinos silvestres y bravos, ellos le sirven de compañía dándole alegría propia al lugar... Al llegar a la llanura, dejando atrás la serranía, sus aguas sirven de espejo, donde se reflejan esos nobles caballos de raza jerezana, ellos, se muestran alegres e impetuosos, al acercarse a sus márgenes, por estar rodeados de olivos y trigales... Hacia el mar, corre con parsimonia, desembocando en Sanlucar de Barrameda, para ofrecerle su agua llena de la sal, propia del pueblo andaluz. De ese modo, ha de terminar el anhelo de ser caudaloso río navegable en Sevilla y alrededores....aportando su esencia en el mar de su pasión.