Natalicia

Dolor del alma???

Cada latigazo, cada golpe;

cual música siniestra sonaban al contacto con su piel;

aquella lacerada por el tragin de la terrible aventura; más

su cuerpo no reaccionó ante el dolor.


Uno tras otro fulminante el látigo sonaba, más

ni una lágrima, no había señal física de dolor.


Desesperada anhelaba sentir aquello, pero a cambio

desde sus hondas entrañas, el centro de su pecho

o lo profundo de su conciencia, un desgarrador grito brotaba;

desesperándole, ahogándole en el suplicio excequial; al punto que

de haber creido en la existencia del espíritu

se hubiese atrevido a decir

que el dolor que fluía...

era solo del alma.