¡Ay amor, esclavizante y liberador,
bésame con los dulces besos de tu boca!
¡Ay amor, tan sofocante y encantador...
eres la más bella y antigua paradoja!
¡Ay amor, quemante mas también sanador,
protégeme en el cálido hogar de tus brazos!
Mágico hechizo, un sortilegio de amor...
¡estoy unida a ti por misteriosos lazos!
María Teresa Ruíz Rentería © Todos los derechos reservados.