Sólo amándote me lleno de instinto.
Con tu canto armo paisajes,
catedrales suaves, gente sin miedo;
y entonces,
todos los silencios mueren.
Mueren cuando tu canto viaja entre los muros de mi cuarto.
Y no hay más soledad.
Sólo el equilibrio de tus ojos celestes.
GuillermoO