Eres un ángel tangible y dulce
en el mundo imaginario
de mi sueño,
no dejas de serlo
cuando despierto.
Eres un espíritu celeste
en los dos universos paralelos
no puedo distinguir
cuando eres real
o virtual.
Me conformo
con tocarte en la catarsis
de mis pensamientos.
No me preocupa
si no hay una paráfrasis
en mis versos.
En uno
o en otro mundo
nunca dejas, de ser un ángel.
NAZARENO (Adolfo César Marcello)
Tucumán - Argentina