Sufrimiento en los minutos
la mujer en su matrimonio
infeliz discutiendo.
Ninguna salida
su hombre la humilla
se siente siempre ofendida.
Tiempo no tiene
algunas madrugadas
llegas los golpes
en las mañanas los cardenales
por las espalda y glúteos
ya flácidos por el paso de los años.
Mujer va caminando
en sus ojos sigue deslumbrante
aunque refleje dolor,
cansancio e humillación.
En la calles, en el trabajo
descubre una mirada
un hombre que la ilumina
en ese choque de esperanza
encuentra un refugio
sigiloso, escondido.
Primero las presentaciones,
los halagos, el volver a sentir
la belleza femenina en su vivir.
Pasan los días la mujer
se entrega a escondidas
a su amante,
en las ausencias
de su maldito hombre.
Las caricias aumentas;
fantasías ocultas en la mente
flotan y se presentan
se funden en los cuerpos
de la mujer y el amante
aprendiendo del sexo
y el amor en ello.
El hombre no imagina
simplemente llega y se cobija
se olvida de su esposa
solo en ocasiones la fulmina
con su odio y rencor en golpes,
ella aguanta,
mañana será otro día,
su amante aliviara el dolor,
encontrará paz
en lo efímero de la pasión.