Las notas sincopadas, los músicos
su improvisación
en sonidos ya conocidos
un dialogo, que se corta
en virtuosos soliloquios
que me acompañan
como esta copa
ya tomada
con el cristal
deformante
como el licor
y los sonidos
que se esconden en mi cabeza
golpeando
recuerdos que olvidé
de amores abandonados
gemidos despedidos
con promesas mentidas.
Esa calle oscura
un corazón estrujado
pies que huían
una esquina que se detiene
y
la mirada en la ventana
la compulsión del regreso
labios apretados
y el camino continuado
al olvido desamorado.
Aquí, en este punto
con música de jazz
el licor ya tomado
recuerdo tus ojos
ese llanto
y veo que el tiempo
me ha matado ya.
No me atrevo
ni puedo moverme
clavado
como un insecto
tras el vidrio
de este vaso
no me atrevo
ya
a escapar
hacia esa noche
detenida en la esquina
y poder regresar.