J.C.R

El alba como alivio

Que agonía es esperar el mañana

y llegar al expiro inherente.

Olvidar la sociedad que me cohíbe.

¡Que se acabe la noche ardiente!

 

Que se prenda fuego el cielo

y que me alumbre, que con la noche ya me llevo,

la caída propia del subsistir

y la llegada al puro respiro.

 

Cerraré los ojos

para que sea rápido y eficaz.

No agradezcáis la ida del sobrante,

sino la ausencia del que contaba al hablar

cosas que por ignorancia apartasteis:

la realidad.